miércoles, 10 de noviembre de 2010

Crisis o nuevo orden económico y social (II)

Algunas conclusiones


Como decíamos, existe una o varias causas de fondo en el sistema económico que producen efectos variables en el tiempo y de cuya naturaleza poco sabemos. Conocemos los efectos medibles tales como “crecimiento”, “paro”, “inflación”, “liquidez”, “evolución de los índices bursátiles”, “precio del dinero”, “PIB”, etc.

Si desconocemos la causa no podemos aplicar una medicina correcta. Tampoco sabemos si se trata de una causa especial (en terminología de Deming) o de una causa natural del sistema. El tipo de solución es totalmente diferente en un caso y en el otro.

Para facilitar la lectura las llamaremos causas coyunturales (especiales) o causas estructurales (naturales del sistema). Las primeras pueden gestionarse con acciones puntuales pero las segundas solo pueden optimizarse actuando directamente sobre el sistema económico.

Los elementos que interactúan son múltiples y todos están interconectados. La propia consciencia de “crisis” es un factor básico en este conjunto. Estamos ante un auténtico sistema complejo, formado por subsistemas y estos por actores (personas, empresas, gobiernos y grupos financieros).

Algunas interrelaciones son conocidas, así bajar el precio del dinero produce, por lo menos, un incremento del IPC aplazado en el tiempo. Los bancos centrales (como el BCE y la FED) utilizan este mecanismo para reducir la inflación cuando ésta se dispara y viceversa. Pero cualquier acción tiene efectos sobre el resto de elementos del sistema, con tiempos y magnitudes diferentes y no calculados.

Las acciones de los bancos centrales serían razonables si se tratara de de causas coyunturales, pero sería por lo contrario agravar la variabilidad del sistema si se tratara de causas naturales o estructurales. Estos requieren otro tipo de soluciones.

Sabemos que no existe un punto estable y que las diferentes palancas que utilizan los bancos centrales, como variar el precio del dinero o la liquidez, conduce inevitablemente a producir el efecto inverso. Deming demuestra que éste es el efecto que se produce cuando se está ajustando artificialmente un sistema que tiene una variabilidad natural: se incrementa la variabilidad de sus resultados como el IPC; así que al cometer este error cada vez necesitamos más actuaciones de los bancos centrales, agravando cada vez más el problema. El BCE es algo más sensato que la FED al haber mantenido el IPC estable en el 1 %, mientras la FED no ha parado de moverlo más abajo y más arriba.

Pero estamos hablando de un sistema complejo y como tal ha de tener dos cosas: interrelaciones entre sus componentes y un propósito común. ¿Sí?. Pues no me consta. Existen múltiples propósitos contrapuestos tanto geográficos como de componentes del sistema. Geográficos porque hay tres grandes polos que utilizan sus palancas con la intención de beneficiar a sus componentes: el BCE, la FED y Asia. Funcionales porque tampoco me consta que los intereses de los sistemas financieros coincida con el de los usuarios del sistema financiero: empresas y ciudadanos. Y los gobiernos a su vez con intereses limitados por tiempos entre elecciones.

Tenemos pues dos conclusiones previas:

1.- Las causas, que son gestionadas y tuteladas frecuentemente por los bancos centrales, tienen un origen estructural (variaciones naturales del sistema).
Las acciones gestionadas por los bancos centrales serían adecuadas con causas coyunturales, luego no se está aplicando la solución correcta.

2.- El sistema económico no tiene a nivel global un propósito común claro, sino múltiples propósitos geográficos (varios bancos centrales) y actores (personas, empresas, gobiernos y grupos financieros).

4 comentarios:

  1. Hola Jordi,

    Lo siento hoy voy a ser un 'poco' crítica, en la línea de tu reflexión ¿globalización?. Este concepto de momento solo sirve de excusa para aumentar los niveles de pobreza y empeorar la distribución de la renta y de la riqueza. Globalizamos la pobreza, ahora respecto al sistema económico, que más da!

    Un abrazo,
    Marga Moya

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  2. No hablo de globalización en ningún sitio que yo recuerde.

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  3. Hola Jordi,

    No he sido yo al leer: 'El sistema económico no tiene a nivel global un propósito común'...un lapsus, sorry.Marga

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  4. Destacar esta frase “los intereses de los sistemas financieros no coinciden con los de los usuarios del sistema financiero: empresas y ciudadanos”. Los sistemas financieros tienen el poder, controlan los políticos, los Bancos Centrales y el FMI, y ciudadanos y empresas se ponen a su servicio para mantener sus cuentas de resultados y el precio de sus acciones. El problema es que si se aprieta demasiado la teta se puede quedar sin leche y cada vez son menos los que tiran del carro para mantener las estructuras del estado y los bancos.

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